Un planeta inundado de vides luminosas, de veranos cálidos e inviernos de estufa y charla, un cielo de sensaciones olfativas y una despensa llena de sorprendentes sabores. Y sobre todo un lugar donde cada botella de vino tiene sus dosis de cariño, ilusión y ganas de sorprenderte.
Hay un viñedo abajo, el viñedo de mi padre. Él lo cuida y administra cariño durante todo el año. Es curioso ver cómo brillan sus ojos cuando recogemos las uvas durante la vendimia, como preguntándose qué vino saldrá. Ahora es todo vuestro, esperamos que vuestros ojos brillen también
En el año 2003 comenzó la construcción de nuestra Bodega. Un espacio dotado de los últimos adelantos técnicos, pero que sobre todo fue concebida para respetar al máximo nuestro tesoro: nuestra uva.